Mueve el esqueleto: En trayectos cortos, elegí la bicicleta, el skate, el monopatín, los rollers o cualquier otro que te haga feliz. También podés desplazarte a pie. En este caso, tus emisiones son CERO.
Transporte público: De los transportes a motor, el que menos emisiones por pasajero genera es el tren, le sigue el subte y el colectivo. Cuantas más personas entren, más eficiente y menor huella.
Servicios de transporte privado: A la hora de moverte en auto privado, elegí primero compañías que brindan el servicio. Algunas tienen políticas de compensación de huella de carbono como Cabify.
Auto propio: Elegí compartir (Ver caarpoolear) los viajes lo más que puedas. Si tenés la oportunidad, elegí un auto eléctrico o híbrido. Mantenelo siempre en buenas condiciones y vas a ahorrar combustible y, por supuesto, vas a reducir tus emisiones.
Avión: ¡Evitarlo siempre que puedas! Si no te queda de otra, elegí la menor cantidad de escalas posibles (los aviones consumen mucho en el despegue y el aterrizaje). A la hora de comprar el vuelo te recomendamos considerar el $ de compensar tu viaje.